La Ley de la Atracción y la Biblia
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He leído en varios sitios donde hacen uso de textos bíblicos para darle soporte a la famosa
ley de la atracción.
¿Debe de tener su importancia la biblia para aquellos grupos que la
usan para sostener otro tipo de prácticas? y como no, si es la palabra
de Dios con la cual usó a personas para que las generaciones futuras
pudieran tener acceso a ese conocimiento, un conocimiento de historia,
amor y verdad que vino a confirmar
Jesús de Nazareth (El Mesías) hace más de 2.000 años.
Para poder entender en contexto y en detalle si existe o no alguna relación entre
las palabras de la biblia y
la ley de la atracción,
primero debemos tener bien claro ambos conceptos validados directamente
desde la fuente de quienes son sus precursores, claro está, en el caso
de la biblia podemos rastrear su origen hasta donde la
historia misma y la
arqueología nos lo permita.
¿Qué es la ley de la atracción y cuál o cuáles son sus orígenes?
La
ley de la atracción es la idea o
supuesto
de que los pensamientos (conscientes o inconscientes) influyen sobre
las vidas de las personas, argumentando que son unidades energéticas que
devolverán a la persona una onda similar.
La frase “ley de la atracción” ha sido utilizada por
algunos escritores esotéricos, aunque el sentido con el que se
usa actualmente es diferente del
original. La mayoría de los autores asocian a la ley de la atracción con la frase “te conviertes en lo que piensas” (
Yad Bhavam Tad Bhavati),
usualmente
aplicado al estado mental del ser humano: Esto significa que los
pensamientos que una persona posee (sean estos conscientes o
inconscientes), las emociones, las creencias y las acciones atraen
consecuencias que corresponden a experiencias positivas o negativas. A
este proceso se lo describe como “vibraciones armoniosas de la ley de la
atracción” , o “tú obtienes las cosas que piensas; tus pensamientos
determinan tu experiencia”.
Uno de los principios del Karma dice,
“Yad Bhavam Tad Bhavati” (te conviertes en lo que piensas).
El mundo es una manifestación de nuestro estado interior.
Las situaciones que encontramos, las personas a quienes conocemos, los
problemas que enfrentamos, y las variedades de experiencias de vida que
tenemos,
son una proyección de lo que yace en nuestro interior. En otras palabras
creamos nuestra Realidad. Somos los arquitectos de nuestro Destino. Las percepciones son filtros; filtrando las experiencias
obtenemos la realidad. Y la Realidad percibida, eventualmente se convierte en una
realidad manifestada.
Tú te conviertes en lo que piensas. Encontramos lo que percibimos. El pensamiento en inmensamente fuerte.
Tiene el poder de crear. Cada vez que percibimos, albergamos un pensamiento que contiene una carga o emoción;
el proceso de la creación ha sido puesto en movimiento. Una flecha ha sido soltada en los
niveles etéreos,
la esfera del pensamiento. Una vez liberada la “Ley de la atracción de
especies homogéneas” prevalece. Este pensamiento atrae todos los
pensamientos similares. Todas las flechas similares se agrupan y cuando
el umbral es alcanzado, la “Ley de la acción recíproca” entra en
movimiento. El pensamiento que desencadenaste se ha materializado ahora
en un hecho. Tú cosechas lo que siembras, pero muchas veces más.
Si la flecha que liberaste fuera juzgamiento, te encontrarás con personas que juzgan.
Si fuera una traición, serás traicionado; si fuera odio, serás odiado,
si tienes miedo, esa situación se manifestará, y así siguiendo. (Texto
tomado de
sankalpa)
Historia
Algunos autores identifican antecedentes históricos de la “ley de
atracción” en el hinduismo y a través del hinduismo en la teosofía, pero
también se han encontrado referencias en el judaísmo y en
el zohar (la cábala). La existencia de estos antecedentes,
no implica que todos ellos estén históricamente conectados, ya que la ley de atracción podría surgir como resultado de
prejuicios cognitivos comunes a todos los seres humanos.
Las elaboraciones modernas de “la ley de la atracción” deben su existencia, en parte, a
James Allen (1864 – 1912) que en 1902 publicó
As a man thinketh (‘piensa como hombre’). Posteriormente
Wallace Delois Wattles (1860 – 1911) publicó
La ciencia de hacerse rico (1910) y por
Charles F. Haanel
publicó The Master Key System (‘el sistema de la llave maestra’)
(1912). Durante el siglo XXI varios autores han hecho referencia a estas
obras y las ideas contenidas en ellas, pero fue especialmente con el
filme
El secreto (2006) cuando la idea alcanzó especial notoriedad pública.
Los seguidores que aceptan la ley de atracción como una guía,
lo hacen desde la fe
en que las “leyes” del Universo (aquí el término Universo se utiliza
para abarcar a todas las creencias y religiones sin causar algún tipo de
malestar en la persona que aprende estas leyes) son
benignas.
De una forma un tanto confusa algunos seguidores de esta creencia
afirman que la ley de atracción es una “ley del Universo”, dado que
aplica
a todos los seres sin excepción, el 100% del
tiempo y no es algo que una persona pueda elegir si aplica o no.
Comúnmente se utiliza el ejemplo de su similitud con la gravedad en este
aspecto, dado a que uno no puede decidir “no aplicar” o “no creer” en
la gravedad en su vida. Cabe notar que el término “ley” no es el mismo
utilizado por la comunidad científica (véase Ley científica).
No podemos dejar de mencionar además, que ciertos grupos de corte “
new age” refuerzan este tipo de teorías, pero no por voluntad propia, sino que a través del proceso conocido como “
canalización“. Canalizar es el proceso de recibir información o
inspiración,
desde planos más allá de nuestra realidad física. Existen muchas formas de canalización, tales como la canalización vocal
en trance y
los oráculos
(utilizando herramientas como el tarot y las runas.) Aún las formas más
simples de creatividad, pueden considerarse como canalizaciones:
composiciones musicales, danza y movimiento, y manifestaciones
artísticas.
La fuente específica de inspiración canalizada, no es tan significativa como el regalo que es traído a esta realidad.
Resumen de los principios de la ley de atracción
- Saber qué es lo que uno quiere y pedirlo al universo (siendo “el universo” cualquier cosa que el individuo acepte como Dios).
- Enfocar los pensamientos de uno mismo sobre el objeto deseado con sentimientos como entusiasmo o gratitud.
- Sentir o comportarse como si el objeto deseado ya hubiera sido obtenido.
- Estar abierto a recibirlo.
El pensar en lo que uno no tiene, según dicen, se manifiesta en
perpetualidad de no tener, mientras que si uno se adhiere a estos
principios, y uno evita pensamientos “negativos” el Universo hará
manifiestos los deseos de la persona.
El teósofo tibetano
Djwhal Khul la
define como la ley básica de la manifestación y la ley suprema de
este sistema solar. Considera que es la ley que equilibra los dos polos,
siendo la Ley de la economía la que rige el polo negativo y la Ley de
síntesis la del polo positivo. Desde el punto de vista del ser humano,
trae la comprensión que da la autoconciencia.
Otro autores simplemente asocian estos principios a la física
cuántica. Incorporan ideas místicas similares a aquellas encontradas en
ciertas tradiciones religiosas o creencias de la
New Age.
Se deriva de una malinterpretación del problema de la medición – el rol
aparentemente especial que cumplen los observadores en la mecánica
cuántica. El término relacionado “charlatán cuántico” ha sido usado
peyorativamente por escépticos para descartar la creencia de que la
teoría cuántica aprueba creencias místicas, mientras que “misticismo
cuántico” ha sido usado como una descripción más neutral de las ideas
que combinan los conceptos del misticismo oriental y la física cuántica.
¿Y que dice la biblia de la ley de atracción?
Muchos de los seguidores que se guían por los principios de la ley de
atracción, sugieren que ciertos versículos de la biblia le dan soporte a
esta ley, dentro de los que podemos mencionar:
Todo lo que necesitamos es pedir
Mat 7:7 Pedid y se os dará, buscad y hallaréis, llamad a la puerta y se os abrirá.
Mat 7:8 Porque todo el que pide recibe, y el que busca halla, y al que llama a la puerta, se le abre.
El poder de nuestros pensamientos y nuestras palabras
Mat 12:37 porque por tus palabras serás justificado y por tus palabras serás condenado.
De igual forma, se nos recuerda qué sucede con quien pudiendo
enfocarse en abundancia, decide albergar en su mente pensamientos de
miedo, duda y escasez:
Mat 25:29 Porque a todo el que tiene le será dado y tendrá en
abundancia, pero al que no tiene, aun lo que tiene le será quitado.
La Biblia también enseña qué es lo que da poder a la Ley de la Atracción:
Mat 21:21 Y respondiendo Jesús, les dijo: De cierto os digo, si
tenéis fe y no dudáis, no sólo haréis lo de la higuera, sino que aun si a
este monte dijerais: Sé quitado y echado al mar, será hecho;
Mat 21:22 y todo cuanto pidáis en oración, creyendo, lo recibiréis.
El concepto que somos lo que pensamos en nuestro interior
se estableció desde tiempos muy antiguos en la época de Salomón, Rey de
Israel:
Pro 23:7 Porque según piensa en su alma, así es; Come y bebe, te dirá, Pero su corazón no está contigo;
Comentarios de
laverdadysololaverdad:
Muchos de los versículos que sugieren que existe relación entre la biblia y la ley de atracción fueron tomados de:
http://www.yocreomifuturo.com/?p=253.
Lamentablemente, muchos están sacados fuera de contexto y esto es una
lástima y van a perdición, no porque yo lo diga, sino que la misma
biblia lo dice:
Mateo 5:17-19: “No penseis que he venido para
abrogar la ley o los profetas; no he venido para abrogar sino para
cumplir. Porque de cierto os digo que
hasta que pasen el cielo y la tierra,
ni una jota ni una tilde pasara de la ley,
hasta que todo se haya cumplido. De manera que cualquiera que quebrante
uno de estos mandamientos muy pequeños, y así enseñe a los hombres, muy
pequeño será llamado en el reino de los cielos; mas cualquiera que los
haga y los enseñe, este será llamado grande en el reino de los cielos.”
¿Usted quiere ser llamado grande o pequeño en el reino de Dios?, es una decisión personal y muy importante, piénsela bien.
Cuando nos acercamos a las Escrituras siempre debemos hacerlo
teniendo en cuenta algunos detalles que son muy importantes, en primer
lugar debemos presentarnos como que nada sabemos, con
un corazón circunciso, dispuesto a ser instruido, sin prejuicios y desde
luego debemos “trasladarnos” hacia aquel entonces, teniendo en cuenta
el contexto histórico, cultural y aun religioso del pasaje que
intentamos comprender; pero todo esto en vano sería si el Espíritu Santo
no nos auxilia con sabiduría, conocimiento y revelación por su gracia.
El primer pasaje que usan estos grupos es:
Todo lo que necesitamos es pedir
Mat 7:7 Pedid y se os dará, buscad y hallaréis, llamad a la puerta y se os abrirá.
Mat 7:8 Porque todo el que pide recibe, y el que busca halla, y al que llama a la puerta, se le abre.
Creo que es importante que nos hagamos ciertas preguntas para que podamos adecuarnos al contexto de las palabras del Maestro:
¿A quién debemos pedir, al Universo?
El Maestro responde:
Mat 7:11 Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¡cuánto más vuestro Padre celestial
dará cosas buenas a los que le piden!
Mat 7:13 Entrad por la puerta estrecha, porque ancha es la puerta y
espacioso el camino que conduce a la perdición,
y muchos son los que entran por ella.
Pidan (A Dios Padre en nombre de Cristo), y se les dará; busquen, y
encontrarán; llamen, y se les abrirá. Porque todo el que pide, recibe;
el que busca, encuentra; y al que llama, se le abre. – Mateo 7:7-8
¿Qué es que lo debemos pedir?
Stg 4:3 pedís y no recibís, porque pedís mal, para gastar en vuestros deleites.
Aquí en Santiago explican claramente que a nuestro Padre Celestial no
le agrada que pidamos vanidad, cosas para el deleite de nuestras
pasiones en este mundo.
Sin embargo La Ley de ATRACCIÓN nos concede Todo,
sin importar lo que sea o el tamaño de nuestra petición. Ahora ¿Cree
Usted que lo que viene por Ley de atracción viene del Padre?
El poder de nuestros pensamientos y nuestras palabras
Mat 12:37 porque por tus palabras serás justificado y por tus palabras serás condenado.
¿A qué palabras se refería el Maestro?, en el verso anterior el Maestro aclara:
Mat 12:36 Y Yo os digo que
de toda palabra ociosa que hablen los hombres,
de ella darán cuenta en el día del juicio,
La Biblia también enseña qué es lo que da poder a la Ley de la Atracción:
Mat 21:21 Y respondiendo Jesús, les dijo: De cierto os digo, si
tenéis fe y no dudáis, no sólo haréis lo de la higuera, sino que aun si a
este monte dijerais: Sé quitado y echado al mar, será hecho;
Mat 21:22 y todo cuanto pidáis en oración, creyendo, lo recibiréis.
Mat 21:22 Esto es, conforme a Su voluntad 1 Jn_5:14-15:
1Jn 5:14
Y ésta es la confianza que tenemos ante Él: que
cuando pidamos algo conforme a su voluntad,
Él nos escucha.
1Jn 5:15 Y si sabemos que nos escucha
en cualquier cosa que pidamos, sabemos que tenemos las peticiones que le hemos hecho.
¿Usted quiere pedir prosperidad y una vida mejor en este mundo? lea:
Sal 73:3 Porque tuve envidia de los soberbios, Viendo la prosperidad de los malvados.
Pro 21:21
El que va tras la justicia y la misericordia, Halla vida, prosperidad y honra.
Conclusiones:
La mentira siempre cabalga sobre los lomos de la verdad. Y ciertamente en el documental
The Secret (El Secreto), basado en el libro que lleva el mismo título, escrito por
Rhonda Byrne y publicado originalmente en inglés con el título
The Secret en 2007, las falsas y perniciosas doctrinas se mezclan con algunos principios universales y claros, expuestos en La Biblia.
Cada vez que oigo hablar o leo sobre una “nueva verdad”, una “clave” o
un “secreto” en el que se cifran la felicidad, el bienestar y la
prosperidad tanto física como espiritual del ser humano, se me activa el
radar de la desconfianza y se agudiza mi sentido crítico (como debe
suceder con cualquier persona que posea aun el más elemental grado de
discernimiento, que no es otra cosa que la capacidad para distinguir,
partiendo de una cosmovisión judeocristiana de la vida, no sólo entre lo
bueno y lo malo, sino entre lo bueno y lo mejor). Estas “nuevas
verdades”, “claves” o “secretos” descubiertos y revelados para
“beneficio” del ser humano casi siempre son estratagemas con fines de
lucro que aparentan ser lógicas, sensatas y por supuesto realizables,
mediante las cuales se promete el abastecimiento de necesidades
fundamentales y aspiraciones del ser humano con fórmulas simplistas y a
menudo peligrosas, para lograr el éxito en todo ámbito de la vida y
alcanzar la elusiva felicidad. Sin embargo, cuando se estudian
detenidamente estas “nuevas verdades”, “claves” o “secretos”, a la luz
de la palabra de Dios, el sentido común y las experiencias cotidianas,
invariablemente aparece el error.
En conclusión, no debemos aceptar jamás como verdad incuestionable lo
que un ser humano asevera o enseña, por sincero y persuasivo que el
mismo sea, sin antes someter tales aseveraciones o enseñanzas al fuego
escrutador de la palabra de Dios. Porque a menudo, entre los apetitosos
bocados que nos llevamos a la boca, con el deseo de satisfacer
necesidades reales y sentidas, vienen escondidas las dañinas espinas
doctrinales que pueden perjudicarnos irreparablemente.
Los cristianos deben, por su parte, imitar el ejemplo de los
creyentes de la ciudad de Berea durante el primer siglo de la iglesia
cristiana, quienes “eran más nobles que los de Tesalónica, pues
recibieron la palabra con toda solicitud,
escudriñando cada día las Escrituras para ver si estas cosas eran así” (Hech. 17:11).